domingo, octubre 01, 2006

Pekin - Beijing II 北京 (25/26/27-VII-06)


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Pekin - Beijing(北京) II

Nuestro reencuentro con Beijing fue tranquilo. Una vez llegados al hotel, sabíamos que nuestro último traslado de equipaje lo haríamos al aeropuerto.
La mañana la dedicaríamos a recorrer algunos mercados y calles de Beijing. Por la tarde estuvimos dudando entre varias posibilidades, ya habíamos visto en los tres primeros días en China la Muralla China, toda La Ciudad Prohibida y las Tumbas Ming, al final nos decidimos por el Templo de los Lamas, el más espectacular de Beijing y el templo Budista tibetano más importante fuera del Tibet. Allí estuvimos bastante tiempo viendo sus tejados increíbles, su arquitectura de arcos vistosísimos, sus tapices, carpintería…
Los niños se lo pasaron muy bien imitando a los numerosos chinos. Estos quemaban sándalos y otras variedades de hierbas, y como algunas estaban disponibles para todo el mundo allí estaban Miguel, Pablo y Hugo quemando incienso como descosidos. Al final hubo que poner un poco de orden, puesto que el culto y devoción con que hacían sus ofrendas los chinos, no se parecía en nada al carácter lúdico festivo de nuestros peques. Incluso se estaba convirtiendo en algo peligroso, de tanto quemar en los incensarios.
Por la tarde a eso de las 5, baje a la recepción de hotel mientras Marga y los niños se quedaban en la habitación. Allí intente alquilar una bici. Había leído en la “Loli” que en muchos hoteles las alquilaban, pero el nuestro y dos hoteles cercanos no lo hacían.
Había dejado pasar todo mi viaje sin montar en bici en China. En principio pensé en montar con Miguel y Pablo en alguna población con menos densidad de tráfico, pero unas veces por falta de tiempo, otras por no dejar al margen a Marga y Hugo y otras sencillamente por no poner en peligro la vida de mis hijos ante la manera de conducir de los chinos.
Así que aquí en Beijing salí dispuesto a todo con tal de montar en bici, si en los hoteles no me la alquilan habrá que intentar otro método. Empecé a abordar a los dependientes de tiendas pequeñas que había cerca del hotel y que tenían aparcada una bici en su entrada. Después de varios intentos fallidos en una ferretería industrial, un supermercado pequeño donde ninguno de los dependientes me alquilo su bici, estuve a punto de conseguirlo en un puesto de bollos chinos. Una pareja de mediana edad me alquilaba su bici vieja y enanísima si a cambio les dejaba 200 yuanes de fianza, yo en principio iba ofreciendo el carnet de fianza por tres horas de bici más una oferta monetaria de unos 50-100 yuanes, el caso es que estuve apunto de aceptar ya que los chinos ya me habían demostrado un par de veces que son gente de palabra. Probé la bici y casi no se podía montar, así que no tuve más remedio que rechazar la oferta. Cuando mi moral estaba flojeando hice un intento más. Al final unos chavales de unos 14 años que asomaban a la puerta de una casa humilde, me alquilaron una bici por 60 yuanes (6 euros). El precio era un poco caro para China pero era la única forma de alquilar una bici en un sitio no oficial.
Bueno, al cabo de una hora había conseguido una bici. Ese día chispeaba ligeramente, pero me lance ávido hacía la Ciudad prohibida, a 3 Km. del hotel. Tenía ganas de volver a acercarme a este maravilloso complejo de palacios.
Cuando llegue a la Plaza de Tiananmen, estuve un buen rato observando a los turistas chinos con su trasiego que lo inunda todo. Después me fui a la puerta de Mao o Puerta de la Paz Celestial, tras otro rato de paseo a pie me recorrí un par de veces el perímetro de la ciudad prohibida, asomándome de vez en cuando a su gran foso acuático.
Según pedaleaba iba silbando y cantando diversas melodías y canciones, no paraba de observar cada detalle de la gente, trataba de absorber esos momentos realmente mágicos en los que disfrute muchísimo.
Más tarde entre en una de las puertas laterales que dan al patio que se sitúa frente a la Puerta del Medio día, exactamente dos patios más allá esta la de Mao. Atravesé estos dos patios principales del complejo que están justo antes del foso y que dan acceso a las otras dependencias. Estos patios gigantescos son accesibles sin pagar entrada, ya que están justo antes del foso y la Puerta del Medio día, que es la entrada oficial a la Ciudad Prohibida.
La verdad es que la primera vez que estuvimos en la Ciudad Prohibida nos lo tomamos con calma, ya que era tanto lo que se podía ver dentro de este complejo que uno podía estresarse si pretendía verlo todo.
Pero hoy era un día para respirar el ambiente de la ciudad, sin ninguna prisa.
Estos dos patios que preceden a la puerta del Medio día, son cada uno como varios campos de fútbol y tienen un encanto extraordinario. Son muchas las personas que van a hacer su segunda o incluso tercera visita a la Ciudad Prohibida sin necesidad de ver de nuevo todo el gigantesco entramado.
Cuando atravesé los sucesivos patios llegué de nuevo a la Puerta de la Paz Celestial o de Mao., de nuevo me di media vuelta y volví a cruzarlos una vez más.
Estos patios están llenos de visitantes, soldados, tiendas, puestos, en fin el ambiente es único, y además a esa hora la afluencia de gente es mucho menor.
Después de “respirar” otra vez la ciudad prohibida, cruce el pasadizo subterráneo que da a Tiananmen y me di una ultima vuelta por esta enorme plaza, que entre otras cosas tiene un enorme reloj en uno de sus lados con la cuenta atrás par los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
De vuelta al hotel iba pensando que al día siguiente traería a mi familia a la Ciudad Prohibida al caer la tarde, para que ellos disfrutaran de esta atmósfera de una manera tranquila, con otro ritmo y otra luz.
Al día siguiente por la mañana nos fuimos al distrito de Liulichang, una zona llena de tiendas de antigüedades (muchas falsas), teteras, libros, pinceles, pinturas. Esta zona, que merece la pena visitar, tenía una arquitectura agradable y muy peculiar al estilo de la zona antigua de Pingyao. Compramos una blusa de seda que teníamos pendiente y una tetera China con adornos de dragones.
Al caer la tarde en Beijing nos fuimos a la Ciudad Prohibida. Entramos por la puerta de Mao y fuimos atravesando los gigantescos patios. Compramos la última camiseta en las tiendas laterales, miramos con curiosidad lo que hacían los turistas chinos en los patios, casi los únicos turistas (por la tarde no están las hordas de autobuses extranjeros).
Más tarde nos fuimos a cenar y llevamos a los niños a la planta baja de unos grandes almacenes, que tenia una gran pista de hielo. Allí premiamos de alguna manera su buen comportamiento, actitud e interés durante el viaje. Miguel y Pablo patinaban y Hugo los miraba entre risas, cada vez que pasaban a su lado.


Salimos a la calle, y poco a poco cayó la noche en Beijing, y cayó la noche en China. Mañana volaríamos a casa. Nos fuimos al hotel con la congoja de que eran nuestros últimos momentos. Ahora nos fijábamos más en cada ciclista, en cada calle, en cada bicicarro, en cada chino. Sabíamos que se esfumaban los segundos de un viaje maravilloso igual que se escondía el día.
Mañana volaríamos a España pero ya no seríamos los mismos, quedaría impregnado en nosotros toda la esencia, cultura y belleza de un pueblo increíble, y llevaríamos en nuestros corazones el respeto y cariño hacía un pueblo y cultura únicos.

Siempre que me despido de un país me inunda una profunda nostalgia. A nuestros hijos les decimos que siempre podrán volver, en nuestro caso no solemos repetir, pero si algún país merece una segunda visita, seguro que es China.

Miguel Ángel Gómez Martín
Gtrevice

8 comentarios:

jlg dijo...

olé,olé,olé.... por vuestro viaje...
Poquísimas familias españolas se atreverían a hacer el viaje que habeis hecho vosotros con niños pequeños....
Felicidades ...de alguien que también ha viajado por China,,,entre otros muchos sitios...

Anónimo dijo...

SALUDOS, SOLO QUERIA AGRADECEROS QUE OS HAYAIS TOMADO LA MOLESTIA DE EXPICAR EN UN BLOG VUESTRAS EXPERIENCIAS, NO SOLO POR LO ENRIQUECEDORA NARRACION SINO POR LO PRACTICO QUE ME VA A SER. ESTOY PLANEANDO UN VIAJE A CHINA Y TENIA MUCHAS DUDAS SOBRE TRASPORTE Y ME HABEIS TRANQUILIZADO BASTANTE. GRACIAS POR COMPARTIR VUSTRAS REFLEXIONES TAMBIEN, NO TODOS LOS VIAJEROS SE BENEFICIAN DEL CONTACTO CULTURAL QUE INCLUYE UN VIAJE. VEO QUE VOSOTROS SI LO HACEIS Y SOIS GENTE ABIERTA E INTELIGENTE, SALUDOS DE BARCELONA. MACIA Y XAVI

Anónimo dijo...

hola, engo 13 años y estoy planeando una semana santa en xina.
sera el regalo de cumple de mi padre.
me gustaria ( si puede, o esta dispuesto ), que me ayudaran un pokitin con algunas cositas...
mi email es
estebcn@hotmail.com
gracias

Pilipi dijo...

Hola, nos ha encantado leer vuestro blog. Aunque no viajaremos con niños nos ha ayudad muchísimo y a la vez nos ha tranquilizado por temas como transporte, alojamiento.
Me encanta como disfrutáis al máximo de cada detalle, que es lo mejor de viajar a sitios con culturas tan diferentes.
Muchísimas gracias por este trabajo.

Anónimo dijo...

Hola família!muchas gracias por este blog tan enriquecedor!una gran experiencia para vosotros y sobretodo los niños!nosotros nos vamos a China en abril y con los niños!una gran aventura,ya que son más chiquititos,5 y 3,pero hay que lanzarse,verdad??
me ha encantado leerte,ver las fotos d elos que vamos a visitar,ya tengo contratada la excursión en barcas de bambú,los arrozales,....crees que es mejor tener estas cositas atadas o regatear allí??
los hoteles también los tengo cogidos por booking,como dices,con niños no me puedo permitir el llegar e ir a la aventura....çme preocupa un poco la comida d ela peque,su bibe de desayuno...pero bueno,nos apañaremos!
gracias d everdad,estoy terminando de atar los vuelos internos y excursiones y en nada volamos!!!
gracias por tu blog
Laia-Lanzarote

Miguel Ángel dijo...

Os deseo lo mejor para vuestro viaje, seguro que os apañareis muy bien.
Lo de las barcas de bambú es fácil contratarlo allí. Incluso en un rato de descanso en el hotel uno se queda con los peques y otro lo contrata. A los arrozales simplemente hay que ir y allí ya te saldrán ofertas para llevarte hasta arriba en una silla china, por lo menos para los peques es más cómodo.

Besos y buen viaje Laia

Anónimo dijo...

gracias Miguel Ángel!
ya me he releído tu blog unas cuantas veces y me está siendo d egran ayuda!gracias a ti me estoy planteando hacer el trayecto Shanghai-Beijing en tren,pero me encuentro con el problema que no encuentro por ningún lado cómo especificar que vamos con niños para que se les aplique el duescuento,o la gratuidad,porque he leído que los más pequeños de 110cm viajan gratis.
tu hijo pequeño por aquel entonces tenía la edad del mío más o menos,cómo lo hicistes??sabes si pagan litera,o comparten la tuya y va gratis?a ver si me puedes ayudar,o me arriesgo y los compro allí!

besos y gracias
Laia-Lanzarote

Miguel Ángel dijo...

Casi no me acuerdo, ja ja.
Íbamos en un compartimento de 4 literas y Hugo compartía litera con alguno de nosotros, durmiendo con su cabeza junto a los pies del que compartía (en sentido contrario),como ocupaba poco.
Creo que no pagaba o tenía descuento. Por algún lado del blog anda escondido.
Salu2